lunes, 30 de julio de 2012

Olimpiadas 2012. Londres

El pasado viernes, a eso de las tantas, me enganché a la ceremonia de inauguración de los XXX Juegos Olímpicos. A pesar de haberme perdido la mayor parte de la ceremonia, disfruté mucho del momento e incluso llegué a emocionarme cuando la antorcha olímpica pasó de las manos del súper atleta Sir Steve Redgrave a siete jóvenes atletas que terminaron encendiendo el magnífico pebetero. Viva el deporte bien entendido, sano, respetuoso y sin violencia. Vivan las iniciativas que fomentan el trabajo en equipo, los atletas que se dejan el pellejo en la pista y mucho antes de llegar a ella. Y viva, sobre todas las cosas, la generosidad de todos los voluntarios sin los que todo este derroche de energía positiva no hubiera sido posible.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pepe, no entiendo tu viñeta. jeje

Gatoto dijo...

... se lo diré a Gatoto, jajaja...