viernes, 2 de marzo de 2018

Pensiones

 
Hace unos días escuché en la radio a unos jóvenes (seguramente de entre 20 y 30 años de edad) que a la pregunta de una periodista acerca del polémico asunto pensionil y de cómo veían ellos su futuro al respecto, contestaron, muy convencidos de ello, que no contaban con cobrarlas cuando les llegara el momento de su jubilación. No se como explicar lo que me pasó en aquel momento por la cabeza pero no fue una sensación agradable porque, una vez más, volvía a constatar el hecho de como han ido sigilosamente inculcando en la sociedad española esta terrible y fantástica idea, la de que llegará un día cercano en que NO cobraremos nuestras justas y merecidas pensiones después de décadas de trabajo. Lo mismo está pasando con la sanidad pública y con la enseñanza, pero en el caso de éstas te invitan a que te busques alternativas privadas de una manera más "sútil", simplemente dejando que se estrellen los sistemas nacionales de salud y educación, mientras que en el caso de las pensiones, cada cierto tiempo, nos sugieren sibilinamente que nos vayamos haciendo de planes de pensiones al margen de los que debería de garantizarnos el Estado a los que hemos cotizado durante años a la Seguridad Social.

Y ahora me pregunto yo ¿quién se puede imaginar una ciudad sin suministro de agua potable en España? ¿y sin una red de saneamiento eficiente y saneada? ¿y sin iluminación y semáforos en las calles? ... Si de la noche a la mañana nos faltaran todas estas cosas ¿qué haríamos? Seguramente nos levantaríamos y protestaríamos mucho más de lo que lo estamos haciendo ahora por las pensiones, la sanidad pública y la educación ¿Nos estamos aborregando? ¿nos estamos dejando domar? Aunque cuesta salir del círculo, me resisto a convertirme en un zombi más y me encantaría que tu también lo hicieras. Por pequeño que sea el paso que demos, mientras sea hacia adelante, siempre cuenta y suma; estoy seguro.

¡¡Un fuerte abrazo!!