jueves, 21 de marzo de 2013

Absenta vs. Absentismo

La última reforma laboral en España no sólo ha contribuido a destruir una barbaridad de empleo (mucho más que el que se pretendía crear con ella), sino que además, y como podría actuar un "artista" bajo los efectos de la absenta, ha tirado con balas de cañón contra los trabajadores públicos, en su afán de acabar con el absentismo laboral que historicamente mancha a la administración pública, por culpa de los mismos caraduras de siempre, con los que pocos jefes se atreven a lidiar. La situación ha llegado a tal punto que hay profesores enfermos que se resisten a darse de baja por no ver reducidos sus emolumentos, técnicos escayolados de alguna consejería que inspeccionan con ayuda de muletas o administrativos del ministerio que atienden al público detrás un pañuelo lleno de mocos, mientras teclean datos en un ordenador con un dedo de la mano izquierda y el brazo derecho en cabestrillo.

miércoles, 13 de marzo de 2013

Utopía ¿o no?

La crisis sigue ahí pero ¿se mantendrá hasta el punto de que el desfase entre pobres y ricos sea brutal, hasta que perdamos todos esos derechos sociales y laborales que tanto les costó conseguir a las generaciones precedentes o hasta que esta sociedad, que un día conocimos como amable y generosa, se enrancie y predomine en ella la envidia, con el odio anexo que conlleva?
Hace ya mucho tiempo que picamos y nos dejamos seducir por los encantos del capitalismo. Nos pusimos la venda en los ojos y, a estas alturas y tal y como están las cosas ultimamente, no terminamos de darnos cuenta de que para disfrutar de este sucedáneo de estado del bienestar muchos seres vivos (incluidos nosotros, los humanos) tienen que pasarlo mal, sufriendo un estado real de miseria y malestar. Este sistema es más ruín aún, si cabe, porque establece, también y dentro de la mismísima sociedad del "primer mundo", un sistema de castas velado, basado en la segregación de los "perdedores" frente a los "triunfadores".
No, no soy socialista ni comunista, soy reparticionista*. Para mi, la solución es muy simple, aunque al mismo tiempo utópica y, aunque me cueste admitirlo, dificilmente abarcable al estar ésta basada en la generosidad, la responsabilidad, el respeto y el esfuerzo/trabajo de todos. La idea básica de lo que podría llamarse reparticionismo* se sustenta en una realidad: la Tierra es tan grande, y rica, que todos los que la habitamos podríamos disfrutar, en igualdad de condiciones, de una vivienda unifamiliar con su propio huerto (por poner un ejemplo) dejando el resto de la superficie terrestre para el disfrute común y libre. Cada familia de la Tierra tendría lo necesario para vivir comodamente y cada habitante del planeta contribuiría, con su trabajo, al mantenimiento de este sistema social en el que se valoraría el esfuerzo de cada uno, en función de sus capacidades (físicas y mentales), considerando necesarias, imprescindibles y al mismo nivel de importancia todas las profesiones. A lo mejor no es tanta la utopía ¿tu qué crees?

(*) no busquéis este término en los buscadores porque me lo acabo de inventar.

miércoles, 6 de marzo de 2013

La hora mala


Siempre me ha resultado curiosa la forma que tienen de orientarse los militares cuando están de guerra. Eso de posicionar a los "malos" con la ayuda de las horas del reloj ha sido la base para esta viñeta, cuyo detonante es una divertida conversación que mantuve hace unos días con Paco, un compañero de trabajo con buen sentido del humor. Octavio, sabedor de muchas cosas de la guerra, también ha contribuido, con su supervisión, a la elaboración de esta viñeta. Muchas gracias a ambos.