martes, 27 de junio de 2017

A escena

 Arde Doñana y los medios de extinción se movilizan seguidos de cerca por cámaras, periodistas, drones, autoridades, políticos y allegados; Solo faltaba el Mocito feliz para hacerse la foto de rigor junto a los pinos en llamas.

El campo se quema y con él muchos animales acorralados por el fuego; de todo ello se hace eco puntualmente la prensa desplazada al lugar de la tragedia, al tiempo que alardea de su despliegue de medios y de los maravillosos índices de audiencia conseguidos a costa de la desgracia ajena. Vamos bien, pero que muy bien, por ese camino de insensibilidad y vanidades.

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